Los malos hábitos favorecen la aparición de estos problemas musculares. Las malas posturas, estar demasiado tiempo de pie, el ir corriendo de un lugar a otro, forzar nuestros músculos, malos colchones o almohadas… le pasan factura a nuestro cuerpo en forma de dolencias, agarrotamientos, contracturas…
Las causas más frecuentes de los dolores musculares las encontramos con la realización de movimientos incorrectos, la falta de movilidad y ejercicios en algunas zonas del cuerpo como es el estar muchas horas sentados frente al ordenador y con una postura incorrecta haciendo que se sobrecarguen y estén en tensión los músculos de los hombros, la espalda, la nuca…
Otra de los problemas que hacen que suframos estos dolores es no calentar bien antes y después de practicar deporte. Sufrir tensión o estrés se transforma en sobrecarga de la zona cervical. La fibromialgia es una causa común entre los dolores musculares, ya que se trata de una afección que causa sensiblidad en los músculos y en el tejido blando haciendo que tengamos dificultades para dormir, suframos fatiga e incluso dolores de cabeza.
Cuando tengamos un problema muscular es recomendable descansar la zona afectada y aplicarle frío si el dolor es muy fuerte o acabamos de lesionarnos. Pasadas 24-48 horas, lo mejor será aplicar en la zona calor, ya que ofrecerá mayor alivio.
Muchas veces el dolor sufrido es consecuencia del estrés que sufrimos en el día a día, por lo que el motivo de hacer yoga, pilates o ejercicios de meditación puede reducirlo y prevenirnos de posibles dolores musculares y así fortalecer los músculos de una manera completa.